miércoles, 23 de marzo de 2011

Seguimiento del método de Kodály


El seguimiento para el método que fue desarrollado en Hungría después de mucha experimentación está expuesto como un “aprovechamiento del desarrollo del niño”, en oposición a “sujeto-lógica”, en donde no hay una relación entre el orden de presentación de la materia, y el orden en el que el niño aprende fácilmente.

Por ejemplo, la mayoría de los profesores esta familiarizado con el sistema “sujeto-lógica”, y para enseñar ritmo empiezan enseñando la redonda, luego las blancas, luego las negras, y así sucesivamente en una progresión matemáticamente razonable, pero de mucha dificultad para el estudiante principiante que ni siquiera a sido enseñado a reconocer el pulso básico. Melódicamente la escala mayor diatónica es considerada la “sujeto-lógica” en el punto de partida para enseñar música. A la mayoría de los niños se les dificulta el cantar la escala mayor diatónica, de acuerdo a las investigaciones a la mayoría de los niños les es más fácil cantar un rango de solo 5 o 6 tonos y no pueden producir medios tonos. Al usar el método “sujeto-lógica” se les esta exigiendo a los niños aprender algo que no existe dentro de sus propias experiencias.

El sistema de Kodály trata de sacar provecho a los patrones musicales que se encuentran dentro de las habilidades del niño en las diferentes etapas de crecimiento. En términos de ritmo, los ritmos movidos están más relacionados a las actividades de la vida diaria de un niño que las figuras de larga duración. Por ejemplo, una corchea puede ser asociada a los pasos al caminar y las semicorcheas al correr, estos son los ritmos que los niños viven día con día. El cantar juegos hechos de corcheas y semicorcheas es más razonable para enseñar que empezando por la redonda; y en términos de melodía el primer intervalo reconocible por los niños es la tercera menor, seguidamente segundas mayores y cuartas justas.

Es interesante el descubrir que estos patrones melódicos son utilizados por los niños de todo el mundo. Estos cantos compuestos por dos o tres notas pueden ser encontrados desde Hungría hasta Japón y Costa Rica. El orden de estas notas puede variar, pero la segunda mayor, la tercera menor y la cuarta justa parecen ser parte de un vocabulario musical universal infantil. También hay que tomar en cuenta otras consideraciones:
  • El registro en el cual un niño puede cantar confortablemente es limitado, generalmente se limita a no más de cinco o seis notas. 
  • Los tonos descendentes son más fáciles de aprender y reproducir por los niños que los tonos ascendentes. 
  • Cantar pequeños saltos en la tonalidad es más fácil para los niños (de sol a mi) que cantar medios tonos (sol a fa#).
Reconociendo estos factores, Kodály siente que la escala pentatónica (cinco tonos) era la ideal para empezar a enseñar música a los niños. Esta escala es una de las más usadas en la música folclórica húngara y en la mayor parte del mundo.

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